martes, 10 de diciembre de 2013

Se acabó... ¿y ahora, qué?

Prometí regresar a esto de las letras. En el fondo pensaba que no lo haría porque estaría muy ocupada trabajando. Pero no ha salido bien ninguna de las tres únicas entrevistas que he tenido desde que me despidieron en septiembre. Y una era un timo.

Ahora me encuentro en la tesitura que veía venir desde hace tiempo, y que me he negado a asumir: no cobro absolutamente nada. No tengo derecho a ninguna prestación. Y no sé cómo seguir adelante así, sinceramente. El cariño de los que me rodean no pagará el alquiler ni las facturas ni la comida. Necesito un trabajo, de lo que sea, aunque sea en negro, mientras cobre un mínimo mensual que nos permita mantenernos.

Pero no lo consigo. Nada de nada. Y al no ver salida solo me angustio y se me ocurren estupideces. Pero tampoco quiero plantarme y acabar en la calle muriendo de hambre sin hacer nada.

Simplemente no hay solución y debo afrontarlo.

1 comentario:

  1. Enfócate en aquello que al hacerlo se te pasen las horas. Haz eso, hazlo tanto que seas realmente buena haciéndolo, tanto que hasta te pagarán por hacerlo.
    Es fácil decirlo, el aprendizaje y autoconocimiento que se gana haciéndolo no tiene precio.
    Siempre hay la opción de empezar a crear un futuro hoy...

    ResponderEliminar